miércoles, 26 de octubre de 2016

Las 95 tesis de Martín Lutero

Las 95 tesis, fue una carta de Martín Lutero dirigida a la Iglesia de Roma, en la que desacredita la doctrina papal sobre las indulgencias. Esta publicación comenzaría un debate teológico que desembocaría en la Reforma y el nacimiento de varias tradiciones dentro del cristianismo, tales como el luteranismo, el presbiterianismo y el anabaptismo.
La iglesia del palacio de Wittenberg era el lugar donde se guardaba una de las colecciones de reliquias más grandes de Europa. Las reliquias eran aquellos objetos que muchos católicos medievales consideraban “santos” por haber pertenecido o estado en contacto con un santo católico (incluso partes del propio cuerpo fallecido). De acuerdo a estas creencias; su contemplación otorgaba méritos al espectador, de modo que podía recibir la absolución del castigo por sus pecados en el purgatorio.
La historia dice que Lutero clavó sus 95 tesis escritas en la puerta de la esta iglesia, para que todos, incluso el menos culto, las pudiera leer.
Lutero redactó sus 95 tesis como soporte para un debate teórico, una “disputa” teológica, práctica corriente en la época. Concebidas para ser difundidas en un círculo restringido de teólogos, su éxito habría sorprendido al propio Lutero. Tras ser impresas en gran cantidad y ampliamente difundidas, las tesis tuvieron gran resonancia, pero las autoridades religiosas vacilaron, sin embargo, en condenar a Lutero. Este último continuó discutiendo con teólogos partidarios de las doctrinas de Roma, por ejemplo, con Johann Eck en la famosa disputa de Leipzig de 1519.
Las 95 tesis fueron finalmente condenadas definitivamente el 15 de junio de 1520 por la bula Exsurge Domine del papa León X. Lutero, entonces abiertamente en conflicto con la Iglesia de Roma, fue excomulgado a principios del año siguiente.
El Papa León X exigió que Lutero se retractara de sus tesis, pero el monje alemán, ya famoso en toda Europa, rechazó esta exigencia públicamente en la Dieta de Worms de 1521. Así, simbólicamente, daba inicio a la Reforma protestante.



sábado, 16 de abril de 2016

INCAS


                          

El Imperio inca, entidad que existió en el occidente de América del Sur desde el siglo XIII hasta el siglo XVI. También eran usados los términos Cápac Inca (en quechua: Inca, el Poderoso Inca) y Çapa Inca (en quechua: Sapa Inqa, ‘el Inca, el único’)? cuyo dominio se extendió inicialmente al curacazgo del Cuzco y luego al Tahuantinsuyo. El primer sinchi cuzqueño en utilizar el título de inca fue Inca Roca, fundador de la dinastía Hanan Cuzco. El último inca en el gobierno fue Atahualpa. Posteriormente el título fue empleado por los jefes de la resistencia a la conquista del Perú, como Manco Inca o Túpac Amaru I, conocidos como incas de Vilcabamba.

La residencia de los incas se encontraba en Cuzco. Los miembros de la sociedad incaica consideraban que sus gobernantes eran descendientes y sucesores de Manco Cápac, héroe cultural que introdujo la vida civilizada y en el cual se apoyaba la legitimidad del régimen político incaico. De acuerdo con los cronistas de Indias y los testimonios de algunos conquistadores como Francisco Pizarro, el poder del inca era absoluto; por ello era poseedor no sólo de las tierras del Tahuantinsuyo sino de todo aquello que se encontraba dentro de él, incluyendo las vidas de sus súbditos.

Detalle de una galería de retratos de los soberanos incas (lado izquierdo) y españoles (lado derecho) que fue publicada en 1744 en la obra Relación del Viaje a la América Meridional en la que Jorge Juan y Antonio de Ulloa fueron sus autores.

Encontramos estos reinos en tal buen orden, y decían que los incas los gobernaban en tal sabía manera que entre ellos no había un ladrón, ni un vicioso, ni tampoco un adultero, ni tampoco se admitía entre ellos a una mala mujer, ni había personas inmorales. Los hombres tienen ocupaciones útiles y honestas. Las tierras, bosques, minas, pastos, casas y todas las clases de productos eran regularizadas y distribuidas de tal manera que cada uno conocía su propiedad sin que otra persona la tomara o la ocupara, ni había demandas respecto a ello... el motivo que me obliga a hacer estas declaraciones es la liberación de mi conciencia, ya que me encuentro a mí mismo culpable

El Inca realizaba muchas de las funciones del Curaca tales como la organización de la población para la obtención de los recursos, la celebración de los rituales, el establecimiento de alianzas y la declaración de guerra, sólo que a una escala mayor. Era el responsable directo del bienestar del Imperio incaico que se concretaba en la redistribución de los recursos.

El inca también tenía un sistema de correo; los chasquis o chaskij. Los chasquis corrían en una red de caminos que se extendía 30,000 km a lo largo y ancho de todo el Tahuantinsuyo, para entregar mensajes reales y otros objetos a los gobernantes del imperio. Cada cierta distancia, los chasquis reposaban en un tipo de cabaña, denominada "Tambo" en donde había comida, agua y un relevo. Esta forma de mensajería se basaba en un sistema de postas.

 Las crónicas mencionan que el inca era objeto de culto y de adoración. Considerado un ser sagrado sacralizaba a su vez todo aquello que entraba en contacto con él. Como hijo del Sol (intichuri), entre sus atributos se encontraba el ser mediador entre el mundo divino y humano. Por lo general no se dejaba ver por la gente y debía ser conducido siempre en andas, pues si su poder entraba en contacto con la tierra podía producir catástrofes, por la energía que de él emanaba. [Cita requerida] Si a alguien se le permitía acercarse, tenía que hacerlo descalzo y con una carga simbólica en la espalda como signo de sumisión, no podía mirarle nunca de frente. [Cita requerida]

 Le consideraba que al morir su destino era morar con su padre el Sol. La panaca que él había formado al asumir el cargo de inca, debía responsabilizarse del cuidado y culto de su momia, así como de la administración de sus bienes.

Otros historiadores han seguido el linaje y consideran que deben tomarse en cuenta también a Tarco Huamán y a Inca Urco. El primero sucedió a Mayta Cápac y, después de un corto período, fue depuesto por Cápac Yupanqui. El segundo se ciñó la mascaypacha por decisión de su padre, Viracocha Inca, pero, ante su evidente desgobierno y la invasión de los chanca, huyó con él. Luego del triunfo de Cusi Yupanqui —el futuro Pachacútec Inca Yupanqui, también hijo de Viracocha Inca— sobre el pueblo enemigo, Inca Urco fue muerto en una emboscada que él mismo le tendió a su hermano. Asimismo, Garcilaso y algunos otros cronistas insertan entre Pachacútec y Túpac Yupanqui a Inca Yupanqui, soberano de dudosa existencia. Por último faltaría mencionar a Amaru Inca Yupanqui, quien co-gobernó con su padre Pachacútec al ser elegido su sucesor, pero su carácter débil y pacífico llevó a su reemplazo por su hermano menor Túpac Yupanqui.

 La costumbre, tradición y las leyes del Incario, establecían que la sucesión del inca sucesor debía ser ocupada por un descendiente directo estando en primera línea el hijo del actual emperador con una Coya (miembro de la familia imperial). A falta del anterior debía ocupar el trono el hijo del inca con una Palla (princesa real del Cuzco). A falta de los anteriores herederos legítimos, podían reclamar los hijos del Inca procreados con Ñustas (princesas extranjeras).

martes, 27 de octubre de 2015

EL IMPERIO BIZANTINO

  •  INTRODUCCIÓN


El Imperio Bizantino (llamado también, sobre todo para hacer referencia a su etapa inicial, imperio de Oriente) fue un Imperio cristiano medieval de cultura griega cuya capital estaba en Constantinopla o Bizancio (actual Estambul). Los orígenes del imperio Bizantino se remontan a la etapa final del Imperio Romano. Inicialmente abarcaba todo el Mediterráneo oriental, pero con el tiempo fue sufriendo importantes reducciones territoriales.
No existe un consenso general en cuanto a la fecha de inicio del Imperio Bizantino. Para algunos autores, la fecha clave es la fundación de Constantinopla en el año 330, en tanto que otros estudiosos consideran como acta de nacimiento del Imperio Bizantino la muerte de Teodosio I, en 395, cuando el Imperio Romano fue definitivamente dividido en dos mitades, oriental y occidental. Otros piensan que puede hablarse con propiedad de Imperio Bizantino a partir del momento en que fue depuesto el último emperador romano de Occidente, Rómulo Augústulo (476).
  •  JUSTINIANO


Nació en Iliria en el seno de una familia de origen humilde, y se educó en Constantinopla. Fue nombrado cónsul y asociado al trono por su tío Justino I. En el año 518 fue administrador del emperador Justino, que le nombró su sucesor. Se casó con Teodora, (523) antigua bailarina de circo y prostituta, su padre había sido custodio de animales salvajes en el anfiteatro de Constantinopla. Se rodeó Justiniano de un estrecho grupo de colaboradores entre los que destacan Triboniano o Belisario. Al fallecer Justino en el año 527 fue elegido emperador.
  •   LA ECONOMÍA BIZANTINA



La agricultura era la principal actividad economía. Se organizaba en latifundios, que estos, pertenecían a la nobleza y era trabajadas por siervos.
La artesanía se basó en fabricar artículos de lujo, como la seda. Muchos talleres eran grandes y allí trabajaban una gran cantidad de operarios.
El comercio, estaba favorecido por su localización geográfica. Además así podían controlar el paso de Europa y Asia y los intercambios con el Mediterráneo y el mar Negro.
  •  LA SOCIEDAD


Nivel más alto: lo ocupaban los altos cargos de la iglesia, ya que poseían grandes latifundios.
Nivel medio: se encuentran los monjes, campesinos libres, comerciantes enriquecidos…
Nivel más bajo: eran los siervos y los esclavos.

  •    LA RELIGIÓN


El emperador intervenía en los asuntos de la iglesia, ya que, él elegia al patriarca de Constantinopla.
La disputa de imágenes enfrentó a los emperadores iconoclastas, que prohibieron el culto a las imágenes sagradas, con los monjes y casi toda la sociedad bizantina, que las defendían. En realidad, los emperadores, querían quitarles el poder a los monjes y quitarles las tierras.  
La rivalidad entra el patriarca de Constantinopla y el papa de Roma por sus diferencias sobre la cristiandad, terminó con la separación entre las iglesias oriental y occidental, este tratado se llamó: el Cisma de Oriente.
  •    EL FINAL DEL IMPERIO BIZANTINO



La historia de Bizancio tras la reconquista de la capital por Miguel VIII Paleólogo es la de una prologada decadencia. En el lado oriental el avance turco redujo casi a la nada los dominios asiáticos del Imperio, convertido en algunas etapas en vasallo de los otomanos, en los Balcanes debió competir con los estados griegos y latinos que habían surgido a raíz de la conquista de Constantinopla en 1204, y en el Mediterráneo la superioridad naval veneciana dejaba muy pocas opciones a Constantinopla. Además, durante el siglo XIV el Imperio, convertido en uno más de numerosos estados balcánicos, debió afrontar la terrible revuelta de los almogávares catalanes y dos devastadoras guerras civiles.
Durante un tiempo el Imperio sobrevivió simplemente porque selyúcidas, mongoles y persas safávidas estaban demasiado divididos para poder atacar, pero finalmente los turcos otomanos invadieron todo lo que quedaba de las posesiones bizantinas a excepción de un número de ciudades portuarias. (Los otomanos procedían de uno de los sultanatos —núcleo originario del futuro Imperio otomano— escindidos del estado selyúcida bajo el mando de un  llamado Osman I Gazi— que daría el nombre de la dinastía otomana u osmanlí).
El Imperio apeló a Occidente en busca de ayuda, pero los diferentes estados ponían como condición la reunificación de la iglesia católica y la ortodoxa. La unidad de las iglesias fue considerada, y ocasionalmente llevada a cabo por decreto legal, pero los ciudadanos ortodoxos no aceptarían el catolicismo romano. Algunos combatientes occidentales llegaron en auxilio de Bizancio, pero muchos prefirieron dejar al Imperio sucumbir, y no hicieron nada cuando los otomanos conquistaron los territorios restantes.
Constantinopla fue en un principio desestimada en pos de su conquista debido a sus poderosas defensas, pero con el advenimiento de los cañones, las murallas —que había sido impenetrables excepto para la Cuarta Cruzada durante más de 1000 años— ya no ofrecían la protección adecuada frente a los turcos Otomanos. La Caída de Constantinopla finalmente se produjo después de un sitio de dos meses llevado a cabo por Mehmet II el 29 de mayo de 1453. El último emperador Bizantino, Constantino XI Paleologo, fue visto por última vez cuando entraba en combate con las tropas de jenízaros de los sitiadores otomanos, que superaban de manera aplastante a los bizantinos. Mehmet II también conquistó Mistra en 1460 y Trebisonda en 1461.